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domingo, 11 de febrero de 2018

11 de Febrero de 2018

Domingo


Es la fiesta de la cuasi parroquia y, como la iglesia es grande, hemos programado una sola misa. Viene a presidir el vicario del obispo. Hay cantidad de gente, pero muchos siguen llegando tarde. La misa pasable, pero hay un intento de sacar dinero para las necesidades de la parroquia que es largo, tedioso y acaba con la mitad de la gente que se ha ido de la misa. Creo que es hora de intentar cambiar los métodos.

Estoy empapado de sudor y vengo a casa y me cambio la ropa. Me da pereza volver otra vez a la otra parroquia y como algo de lo que encuentro por el comedor. Pienso en echarme una buena siesta y descansar, pero me llaman de un pueblo que ha muerto un bebé de cuatro meses y voy para el entierro, que es muy simple, le tienen envuelto en un paño blanco y una señora, después de rezar en casa donde están reunidas las mujeres sentadas en una estera en el suelo, le lleva en brazos camino del cementerio. A un cierto punto, la señora pasa el cadáver aun hombre, pues en general a la tumba las mujeres no se acercan. Hago la cosa lo más sencilla posible, Yo también me siento muy flojo y en cuanto puedo vuelvo para casa.

Me voy a descansar en cuanto puedo, pero veo que tengo fiebre y empiezo a tomar medicamentos.

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