Voy a rezar a Mattru, como suelo hacer cada jueves y
les llevo unas referencias para que puedan conseguir el libro del
bautismo. Para la oración no hay muchos, para la vuelta en el
vehículo ya se han apuntado unos cuantos.
No han venido a la reunión de responsables de
comunidades del domingo y les recuerdo que es el servicio que los líderes hacen
a la comunidad, pero queda tiempo para tener conciencia de una tal cosa.
Cuando vuelvo a casa me tomo un poco de agua y un
limón y me voy a la iglesia, porque además de la adoración, también tengo
carreras y espero poder contener la cosa. Esta mañana he ido tres veces al
baño, pero ahora parece que las cosas van por buen camino.
Llega Andreas, el responsable de la oficina de
desarrollo y lo hace con el topógrafo y un par de ayudantes. Tenemos una
reunión con ellos, luego otra con los salesianos y después de comer vamos al
terreno a ver lo que se puede ir haciendo con respecto a los límites y
encontrar una solución no muy onerosa y aceptable a las diferencias entre lo
que marca el terreno y la realidad del GPS.
He comido arroz y no mucho, pero me veo en forma y por
la tarde, a pesar de sudar de forma abundante, me mantengo y estoy un buen rato
en la iglesia después de venir de la finca y dejar a la gente en el hotel.
Para la misa por la tarde no hay mucha asistencia, lo
mismo que ha pasado con la adoración, pero por lo menos ha habido algunas
personas a ratos.
Estamos sin luz, con el generador y la conexión a
medias.
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