Vistas de página en total

domingo, 4 de febrero de 2018

4 de Febrero de 2018

Domingo


Suena el despertador a la hora de siempre, pero me doy media vuelta, pues no tengo prisa de salir, ya que hoy digo la misa en casa. Sí me levanto y rezo un rato antes de ir a abrir la iglesia, ya que el catequista se ha retrasado y hay algunos que esperan.
Christopher ha ido a los pueblos y Joseph lo hace a Madonna de donde saldrá para ir a un funeral a Makeni y aprovechará para hacer alguna otra cosa que tiene entre manos.
La primera misa está poco concurrida y hay bastantes que llegan con retraso y a todos animo a que seamos conscientes de que cada semana tenemos un encuentro con Dios que nos llama y nos quiere dar su mensaje de amor para nosotros. Hago una parte en lengua local y algunos me lo comentan al final de la misa agradecidos.
Para la segunda misa en casa estoy con Salomón, salesiano de aquí, pero que trabaja en Liberia y que ha venido a visitar a la familia. Es muy de los carismáticos y su misa es animada como lo hacen los carismáticos. Les comento que me sorprende que los fieles conocen gestos y canciones, pero en la parroquia no tenemos ese grupo…
Después de misa saludo a algunos y subimos al comedor, pues los que han venido de Liberia piensan viajar a la capital y no quieren hacerlo de noche. Tenemos un rato de animada conversación y de cambio de impresiones de la visita que estiman ha sido positiva.
Cuando vuelve Christopher de los pueblos tengo un momento de intercambio con él y me dice que la cosa ha ido normal, algunos llegando tarde y en algún pueblo no mucha presencia. Viene cansado, pues la mañana ha sido larga.
Tiene reunión por la tarde con un grupo de jóvenes y yo a la hora de la novena voy a la otra parroquia, pues se preparan para celebrar la Virgen de Lourdes. La iglesia por la tarde está muy caliente y sudas lo que quieres. Hay un grupito y están contentos de nuestra presencia entre ellos. No siempre podemos hacerlo, pero saben que si podemos nos hacemos presentes y lo agradecen.
Voy a echar carburante y me extraña la ciudad sin movimiento. Todas las tiendas están cerradas, así como el mercado, sólo hay los puestos en los que se vende pan y algunos de fruta, pero el resto está herméticamente cerrado. Se respeta el descanso dominical en un país de mayoría musulmana…
Sigo con problemas con el correo en mi ordenador, pero por lo menos hay conexión y leo las noticias, aunque no haya correo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario