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viernes, 16 de febrero de 2018

16 de Febrero de 2018

Viernes


Por la noche he tenido frío, pues ha refrescado un poco, pero es también el efecto de los medicamentos y el destemple del cuerpo. Siento pereza de levantarme, pero no lo pienso dos veces, me meto en la ducha que no está más fresca que los otros días y voy a la iglesia para la adoración. Me veo más en forma que ayer y poco a poco recuperando mi estado normal. Creo que es mucho mejor hacer cosas que pensar en que estuviste enfermo, te distrae y te da ánimos.

En Madonna hay un buen número de gente y les animo a venir con la gente joven de cada casa, mañana que no van a la escuela.

Tengo una buena lista de cosas para hacer y entre las primeras es enviar un comentario sobre un pozo que acabo de hacer y por suerte cuando intento enviar el correo, acaba saliendo, cosa que no pasa con frecuencia.

También me encuentro con varias personas que vienen a verme y  cuando voy a cargar el teléfono con gente que me dice que es de la parroquia, con los que tengo un momento de conversación y a los que animo a venir a la misa el domingo. Hay uno en particular que me llama la atención. Me pide que le pague una bebido alcohólica por la mañana… Hablo un rato con él personalmente… Un drama… Me dice que ha pasado por consumir todo tipo de hierbas… Me promete venir a la misa el domingo. Le digo que rezaré por él, le doy para que se tome un plato de arroz… Y me voy porque me esperan.

Salgo y voy a la catedral a consultar el libro de bautismos para que alguien pueda tener su carnet de bautizado. De nuevo me ha dado fecha equivocada, pero por lo menos logro dar con el interesado después de paciente búsqueda. Luego voy al mercado compro clavos y lija para llevar al carpintero que hace bancos para la escuela, además de candados y paños y vuelvo a casa que el sol calienta.

Después de la siesta me voy con el fontanero a la granja, pasando por el mecánico que no está en el taller y echo carburante que se está acabando. Dejo al fontanero en la granja y voy a Balei donde dejo las cosas para hacer los bancos para la escuela. Encuentro por fin al profe que habían operado. Acaba de volver y está muy débil, pero eso no impide que hablemos de los problemas de la escuela y veamos la forma de llegar a una solución.

De allí me voy a un pueblo en el que los que preparan madera están trabajando. Está lejos y el camino es tortuoso. Me encuentro con los que trabajan y con los jefes del pueblo a unos animo en el trabajo y a otros doy las gracias por permitirlo. En el pueblo hay gente que me conoce y hablamos un rato. También vamos a ver el río que no está lejos, pero sí hay una buena bajada. El agua está en un nivel muy bajo.

Se me echa la noche encima y no quiero pasar zonas complicadas del camino en la oscuridad. Salgo antes de que anochezca y por suerte no hay ningún inconveniente hasta que llego a nuestra finca donde dejé al fontanero y me encuentro con una furgoneta que se dedica al contrabando de carburante y vienen a hacer sus apaños a un lugar escondido donde no sean vistos. Les advierto que se lo haré saber a la policía, pues van varias veces que se lo digo y no hacen caso. Cuando llego al pueblo hay un control de policía y les hago saber lo de la furgoneta. Traigo a un policía de los del control y, para mi sorpresa, me parece que son viejos conocidos… 
No sé qué pensar, pero la corrupción suele empezar por los que debieran evitarla…

Vuelvo a casa tarde, cansado y contento de sentir que de nuevo estoy en buena forma. Tras la cena intento conectarme y para mi sorpresa hay un momento que los correos entran, pero luego ya no hay más que hacer. Por lo menos he recibido unos planos que esperaba y pensaba el tiempo que iban a tardar en descargarse, Ha habido suerte por una vez.

Es tarde, se ha acabado la gasolina en el generador y estamos a oscuras. Mañana más y mejor…

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