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jueves, 19 de junio de 2014

19 de Junio de 2014

Jueves

He pasado la noche sin dormir y por la mañana tengo mal cuerpo, pero me levanto a la hora y participo en la oración. Después de desayunar me acuesto un rato y recupero algo lo que no he dormido la noche.
       Jos se dedica a limpiar los muchos sitios que el coci ha dejado a medias. Al final de la mañana vamos a comer a un bar, pues nadie nos ha preparado comida. Queremos conocer los diversos sitios y saber donde nos sirven algo que vale la pena.
       Después compramos fruta en el mercado y volvemos a casa pasando por el centro de pastoral para ver de negociar la cocinera. Mañana empezaremos la nueva fórmula.
       Jos sigue limpiando y luego con los críos del oratorio. Yo me voy a los pueblos y en el camino me encuentro con Daniel, cuya esposa ha dado a luz y tiene algún problema. Tiene una niña maravillosa a la que llamarán Ana.  En la visita acordamos que  el sábado la llevaré a casa en el vehículo.
        El pueblo al que el catequista va a rezar hoy está a una hora de andar y todavía no estoy para tanto recorrido, así que le digo que vaya, que les salude de mi parte y que me preparo para mañana, cuyo pueblo está a unos veinte minutos de marcha.

        Volviendo a casa empieza a llover y la luz se ha ido. Encendemos el grupo electrógeno para ver las noticias y consultar el correo. Estoy cansado y espero poder dormir bien para mañana estar más en forma que hoy. Sé que son los efectos secundarios del paludismo, pero hay que pasarlos, y vivir con ellos te cuesta su trabajo, aunque siempre lo tomo con ánimo, que es mejor que lamentarse.

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