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domingo, 23 de julio de 2017

23 de Julio de 2017

Domingo

Voy a decir la misa a Madonna y lo hago con el vehículo de la comunidad, pues el de los pueblos está averiado. El mecánico viene, incluso en domingo, y se pasa el día intentando resolver algo en lo que se le pasa el día y sólo al final de la tarde logra presentarse con el vehículo reparado.
Digo la misa en Madonna y luego voy a Towama, donde la gente sigue llegando tarde y el coro además de llegar tarde no ha preparado bien las cosas, pero en el evangelio piden paciencia y trato de tenerla en la práctica, pues es lo que se necesita ahora y aquí. Por lo menos han limpiado ls manteles y las manchas de cera del altar y alrededores, que también es algo positivo.
Para mi sorpresa, después de misa han convocado una reunión a la que me quedo, pues tampoco me han invitado, pero veo que quieren hacer equipos de gente para encargarse de servicios que se necesitan en la iglesia. Les animo a que lo hagan con grupos que se encuentren para rezar que es una de las formas de mantenerse unidos y la reacción es de sorpresa, pero de apoyo a lo que les digo y se forma un grupo de lectura de la Palabra de Dios, que nos reuniremos por la tarde.
Después de comer y descansar un momentito, voy a Nagoyon para la misa. Me acompaña un señor de la parroquia que sigue a las parejas que se preparan para casarse y la conversación que tenemos es interesante y explicativa de lo que vivimos en la iglesia.
A la llegada ya hay algunos que esperan y están rezando el rosario. Comenzamos un poco antes de la hora, pues ha comenzado la lluvia y nos acompaña durante toda la celebración.
Vuelta a casa con el vehículo cargado y me paro en Towama para  organizar el grupito de gente que quieren leer el evangelio. Les animo en la lectura y espero que la semana que viene haya algo que compartir.

En casa tenemos luz y hablo un rato con el mecánico que ha reparado el vehículo y le acerco a su casa, pues la lluvia continúa.

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