La oración es en casa, como ayer, con el generador y con menos gente, que a la hora de la misa es un poco más numerosa. Celebramos los mártires de Japón y me llama la atención el poco tiempo pasado entre la muerte de Ignacio y el testimonio de martirio de sus hijos en Japón, la otra parte del mundo…
Sigo sin el vehículo pero ello no me impide ir a preguntar por semillas de plantas y siempre me dan buenas palabras, que por lo menos es algo. Me doy una vuelta por el mercado, pero a esta hora me parece que es demasiado pronto para encontrar fruta y vuelvo a casa pasando por un puesto de venta donde compro funda para los misales de los pueblos.
Paso el rato leyendo y estudiando y a la espera de que me llamen para el vehículo y en vista de que la llamada no llega me presento en el taller y las cosas siguen estancadas y no hay perspectivas de que pueda tener el coche pronto, con lo que me vuelvo para casa en una moto y sigo leyendo y preparando cosas además de dedicarle un buen rato a la lengua crío que estoy tratando de conocer un poco no tanto pensando en hablarla sino en comprenderla, y es que la realidad es que en un gran porcentaje es un inglés muy reducido en la pronunciación.
Cenamos y tratamos de ver el partido, pero si no es canal de pago no hay forma de verlo. La conexión que hoy es deficiente y la crónica me entretienen un buen rato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario