La noche ha sido larga y estamos sin luz. Como voy a la misa a Mattru y es a las ocho, no tengo que madrugar y espero rezando hasta que se ve con la luz del día para hacer el aseo y preparar lo que voy a llevar.
Salgo de casa con la mochila y en el patio una de las motos que trae a la gente a la iglesia, me lleva hasta el pueblo donde la iglesia no está aún abierta y donde preveo que buen número van a llegar tarde.
Comenzamos con un cierto retraso y con media entrada para acabar al final de la misa con una buena entrada, cosa que destaco y sugiero que se rece antes de comenzar la misa y que la gente trate de venir para esos rezos y así estar a la hora para la misa.
En la predicación hago ver que la preparación para el sufrimiento es algo que todos necesitamos, pues todos sufrimos y, la oración es la forma de comprender y cambiar lo que vemos como realidad y transformarlo en algo nuevo.
Vuelvo del pueblo en una moto que comparto con el catequista y cuando llego a casa me doy cuenta de que es alguien que está por aquí, pero es de Níger y habla algo de una lengua que conozco, y le llama la atención el que le pueda entender. Ni se lo esperaba ni me lo imaginaba… así de pequeño es el mundo.
No estoy muy en forma y duermo un rato antes de venir a comer y me echo la siesta de nuevo. Veo que el dormir con calor no te ayuda a descansar y tienes sueño atrasado, pero mientras sólo sea eso no es mucho.
Vamos a visitar a los Christian Brothers, que tienen una ceremonia de comienzo del postulantado y estamos un rato de oración y luego en amena conversación compartimos la cena y la sobremesa.
En casa, con la luz del generador nos conectamos y leo las noticias y hago la crónica.
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