Ha vuelto a llover por la noche, aunque no ha sido mucho, pero suficiente para refrescar y mojar un poco le suelo. Estamos sin luz y hasta en la oración tenemos problemas con el generador.
La misa seguida por un grupo no grande de gente y después del desayuno voy a llevar a Luis a la finca, donde me encuentro con que la construcción del nuevo pozo se dilata y la falta de vehículo puede que se alargue más de lo que esperaba.
Voy a reservar habitaciones para los médicos que vendrán el sábado y veo las obras de la calle enfrente de casa. Está levantada y no tenemos acceso, así que hay que hacer equilibrios para entrar por el centro de pastoral y a la tarde por la escuela para guardar el vehículo en el garaje.
Preparo la catequesis del sábado con las parejas y luego voy al catecismo a Towama donde les presento el libro resumen de la Biblia y lo aceptan encantados. El próximo miércoles tendrán los que quieran.
Voy a buscar a Luis que ha ido a controlar sitios de enjambres y ha acabado en Nagoyon. Saludo a la gente, los críos me rodean y después de un ratito de conversación y visita a los que están enfermos, nos volvemos pasando por la finca y viendo que la cosa está en calma. Llegamos a casa al oscurecer y la cena y las conexiones con la ayuda del generador, nos ponen al día de lo que pasa por el mundo y de la gente que nos escribe.
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