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viernes, 4 de mayo de 2018

4 de Mayo de 2018

Viernes


Amanecemos sin luz y usamos las linternas, pero a la hora de la misa ya funciona el generador. Hoy se recuperan los números de asistencia y se nota que es primer viernes.

Después de misa y desayunar voy a la cárcel a ver si están dispuestos a recibir al equipo de poceros que vienen a profundizar en un pozo, paso por la parroquia de san Pío para ver lo de los carnets de bautismo y me reciben amablemente, pero pocas soluciones se pueden ofrecer.

Voy a echar carburante y a Lembema donde hay una misa funeral por alguien que ha muerto y que es de ese pueblo, un pueblo en el que hay una escuela católica y no hay comunidad que rece en el pueblo… Estoy en la misa que dice el párroco del sitio donde ha muerto el finado y el sepelio siguiente. Por lo menos no ha sido muy largo.

Vengo a casa acompañado y después de comer y de intentar un poco la siesta, me voy de tiendas, que están cerradas. Por lo menos logro comprar en una el cemento que me han pedido y lo llevo en la furgoneta.

Me encuentro en el camino a los alumnos de la escuela que han venido a hacer un examen de prueba. Con el calor y el cansancio que llevaban han visto el cielo abierto cuando aparecí y encantado de poderlo hacer.

Dejado el encargo en Nagoyon, veo el trabajo de los albañiles que me parece bueno y meritorio y voy a Balei a llevar a unos cuantos críos y a beber un trago de agua en el pozo que tiene un sabor muy agradable.

Me voy a Gbalehun donde llego con tiempo suficiente para darme una vuelta por el pueblo, saludar a gente conocida y estar acompañado de críos todo el rato. Acabamos rezando el rosario un poco antes que otros días y no hay mucha gente, una veintena, pero eso es lo que hay. Se manifiestan contentos de mi visita.

La vuelta sin novedad y en casa con la luz del generador y hay conexión que me permite leer las noticias.


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