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viernes, 18 de mayo de 2018

18 de Mayo de 2018

Viernes


Amanecemos sin luz o a la luz de las linternas, pero para el rezo de la oración de la mañana ya funciona el generador. Ayer llovió y hoy se nota en la iglesia que hay muy poca gente en la celebración.

Voy a Nagoyon donde están cimentando el suelo de la iglesia. Lo que estaba pensado para hacerse en dos días, han logrado acabarlo en uno solo y ha sido debido al enorme esfuerzo que han hecho en el trabajo. He llevado cemento, he estado atento si necesitaban alguna otra cosa y les he llevado caramelos de los que vinieron en el contenedor, era la última caja que me quedaba. La han recibido contentos.

He estado con ellos largo rato y les he acompañado en el trabajo para hacer que las cosas sean más fáciles, en especial las previsiones, que no suelen estar atentos a lo que se acaba.

Los albañiles son musulmanes y han comenzado el ramadán. No se les ha notado un gesto de cansancio a lo largo de la jornada y todos contentos con el trabajo realizado. Les he llevado unos dulces que es lo que suelen pedir cuando ayunan y estaban contentos con ello.

He rezado el rosario en Nagoyon con un grupo de adultos, que han estado en el trabajo en la iglesia. Algunos se dormían, y es que el cansancio hace mella y se  nota. He terminado a tiempo para venir a Tikonko y me he encontrado con alguien de la comunidad y hemos rezado el rosario en una casa. El grupo era reducido, pero había devoción en la oración.

Vuelta a casa tarde, cansado, con amenaza de lluvia, pero hasta ahora nada ha caído. La conexión, responder correos, leer el periódico y hacer la crónica es lo que me ha llevado el tiempo.


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