La
misa en la parroquia abre el comienzo de las actividades de la mañana. Después
del desayuno salgo rápidamente hacia la escuela de Balei, mientras Samuel ha
invitado a desayunar a una moza porque es su cumpleaños. Después se irá a la
capital para una reunión de pastoral.
En el camino
hacia la escuela siempre se encuentran transeúntes a pie y están contentos de
que les lleves un trecho en el vehículo. Me paro en Nagoyon antes de llegar a
Balei y saludo a Daniel, que hoy no
ha ido al campo.
En la
escuela los críos están más o menos presentes, pues hay unas cuantas ausencias.
Les doy tiempo a que se organicen y hagan las cosas en serio y me encuentro con
Daniel que viene a visitar la escuela y hablamos un buen rato sobre muchas
cosas, las parejas, la escuela, los proyectos a realizar… Luego, en la
escuela, hablo un rato con el
maestro jubilado, pues sólo tiene un alumno en clase. Le digo que quiero hablar
con los otros maestros y que lo haremos en el recreo para no interrumpir la
clase de los alumnos.
Cuando
comenzamos la reunión, los maestros están un poco sorprendidos. Luego me entero
que es la primera vez que se reúnen… Y les llama la atención mi actitud de
escucharles lo que me dicen, de preguntarles por cosas de la escuela y de
pedirles colaboración en muchos asuntos que otras veces solían ser problema del
encargado.
Quedamos en que hagan
una lista con cosas que se necesitan, sugerencias y preguntas, además de
planificar lo que queda de clases y exámenes y que nos encontraremos el sábado
después de la reunión de parejas… Les veo contentos de la experiencia y veo que
tenemos que encontrarnos con mayor frecuencia y darles mucha más cancha y hacer
que ellos sean mucho más protagonistas en la vida de la escuela si quiero que la
cosa funcione mejor.
Vuelvo a casa y con viajeros siempre encontrados en el camino. Samuel ya
se ha ido y hay alguien que ha venido a verle, pero también ha llegado
tarde.
Aún no ha llovido y sigue el calor y el sudor. Voy a Mattru. Visito a los
enfermos, unos están en casa y otros han sido llevados al hospital. El que
visito regularmente, allí está consumiéndose poco a poco. Hoy ha rezado, aunque
con dificultad. He estado un rato junto a él y me agarra la mano con cierta
firmeza.
A la
vuelta también hay voluntarios para el vehículo, unos cuantos que vienen de una
ceremonia y que están bien cargados. Por lo menos la vuelta a la ciudad les ha
salido con suerte.
En
casa rezamos juntos con Stephen y el coci que se nos ha sumado y quien
manifiesta buen interés.
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