En la misa de la
mañana hago un trozo en lengua local y hoy han reaccionado mucho mejor que la
semana pasada que les pillé de improviso. Ya se hacen a la idea de oírme decir
oraciones en su lengua, cosa que antes no se esperaban y les faltó la
reacción.
Después de
la misa y el desayuno, salimos juntos hacia Balei a visitar la escuela en la que
hoy acaban los exámenes y queremos ver lo que van a hacer la semana siguiente,
que será de preparar la fiesta que van a tener el jueves, donde habrá juegos y
Samuel estará presente en la animación y el viernes, que habrá reunión de padres
de alumnos y entrega de notas y trataremos de animarles a que envíen los hijos a
la escuela.
El calor se hace notar y
seguimos sudando lo que queremos y el polvo en la pista es cada vez más intenso
con lo que empiezo a utilizar máscara para no respirar tanto polvo, pues los catarros y las toses
vienen por respirar el polvo.
Comemos
juntos y esperamos a Seguei, el salesiano que viene con un grupo de jóvenes que
juegan a cesto, pero que llegan con retraso y ya me pilan en la siesta, pues
salgo pronto hacia los pueblos.
El grupo
que ha venido está comiendo cuando salgo para ir a los pueblos. Nos saludamos
les deseo buena estancia y voy a Tikonko, donde me encuentro a varios de las
parejas que han venido a cargar la batería del teléfono. Les llevo a buscar a
las mujeres que están en el pueblo y juntos emprendemos rumbo hacia Cassama. El
camino deja bastante que desear y el recorrerlo se hace largo. El que las
parejas de varios pueblos se junten tiene efectos positivos en animar a los
otros a hacer lo mismo que ellos hacen y hacerlo bien hecho y creo que hoy se
han dado cuenta de esto por las varias veces que se lo han repetido. Esperemos
que surta sus efectos.
Se nota
una diferencia marcada entre las parejas de un pueblo y de otro, pero también
los efectos del tiempo son a tener en cuenta, pues con unos llevo encontrándome
dos años y con los otros apenas seis meses.
En Gbalehun no
hay mucha gente y los maestros han
ido a otro pueblo a seguir una ceremonia tradicional. Lo de rezar en pareja de
la semana pasada apenas si se acuerdan de lo que les dije y menos lo han hecho,
así que con el testimonio de las parejas que me han acompañado y que ahora están
de vuelta, aprovecho para insistirles de nuevo en el
tema.
La vuelta a casa
es larga, pues tengo que llevar a las parejas a su pueblo y eso lleva su tiempo.
Cuando llego a casa los que nos han
visitado con Seguei ya han acabado de cenar y están lavando los platos. Ceno y
empiezo a escribir la crónica, pues no quiero que se me acumulen las cosas y
luego no tenga tiempo para contarlas o el olvido haga su
efecto.
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