Bien pronto me pongo en marcha hacia los pueblos. La mañana es tranquila
y brumosa, a pesar de la luna llena, porque hay polvo del harmatán. Además
amanece casi a las siete, con lo que los campesinos que no tienen reloj, están
fuera de hora y llegan tarde… Pero a pesar de ello se van haciendo presentes en
la misa en Nagoyon y al final estamos el número de cada vez que nos
encontramos.
La celebración es festiva y las canciones animan a la gente que tiene un
poco de frío. Me presentan a un niño recién nacido para que lo bendiga y tengo
que preguntar por su padre, que por suerte está en la asamblea y aprovecho para
hablarles de la fiesta del domingo, la Sagrada Familia.
En el pueblo siguiente las cosas no van mucho mejor. El tiempo de frescor
les cuesta salir de casa y ponerse en marcha, pero para mi sorpresa veo que al
final hay en la iglesia un número que no podía imaginar, pasan de la centena
donde antes había alrededor de la mitad.
En Towama
las cosas están también cambiando a mejor. Hay más gente, hoy la iglesia está
llena, como en otros momentos y las cosas preparadas, algo que ayuda en el
ambiente festivo que se vive. Les animo a vivir este ambiente de fiesta también
en la familia, en la oración y en los momentos de encuentro entre
ellos.
Cuando vengo a casa la encuentro cerrada. Samuel está en la parroquia y
se ha entretenido con la gente y las invitaciones. Yo como y me echo un rato la
siesta, pues ayer no dormí bien y por la tarde queremos visitar otros pueblos,
cosa que hacemos empezando por Gbalehun, donde nos dicen que han rezado por la
mañana y ahora se preparan para una danza tradicional con los personajes
disfrazados y mucho ambiente.
Me dicen
que por la mañana un musulmán ha venido a rezar con ellos y que se quiere hacer
cristiano… La realidad es que es el hermano pequeño de un cura del pueblo de al
lado y que quiere seguir a su hermano. Vamos a visitarle, y rezamos juntos en su
lengua, pues no habla una palabra de inglés. Animo a uno de los profesores de la
escuela a seguirle y ayudarle, pues este profe es alguien que reza regularmente
con su esposa y los dos son muy buen ejemplo para el resto de la comunidad y la
gente del pueblo. Les doy la bendición y les explico que es el mejor deseo de
Dios para con nosotros cuando le recibimos.
Volvemos a casa rezando el rosario, pidiendo por la gente de los pueblos
y por los de estos que hemos visitado hoy en particular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario