Voy a decir la
misa a la parroquia y los demás duermen, pues habrá la misa de funeral y así
descansan un poco más.
Samuel y Coco van a Mattru on the Rail a visitar la escuela y se
encuentran con alguna sorpresa interesante. También ha venido el catequista, que
es a la vez director de la escuela y me habla de una persona fallecida, pero la
hora coincide con la misa por el padre de Paul y así el entierro lo hará el
catequista. Cuando quieran la misa ya nos pondremos de
acuerdo.
Para la misa que
se celebrará a la una, van llegando salesianos. Los de Lungi vienen a casa a
saludarnos y a tomar el desayuno. Después otros irán viniendo también.
A la
hora de la misa hay un grupo numeroso de personas que al final pueden pasar de
las trescientas, muchas de las cuales nos acompañan al cementerio para el
entierro y después hay previsto un refrigerio para todos los presentes, además
de que en la casa del finado hay también cosas
preparadas.
Por la noche nos reunimos un rato Samuel, Coco y yo para ver lo que han
encontrado en la escuela de Mattru y hay un cierto tufo de cosas no claras que
habrá que intentar esclarecer.
También he hablado por el “skype” con los que preparan el contenedor, y
me dicen que ya tienen casi todo preparado y hemos aprovechado para pedir las
últimas cosas, entre ellas baterías de coches y gatos de vehículos pues aquí
fácilmente se pierdo o se estropea.
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