Vamos a la misa
y la preside Daniel. La gente está contenta de ver que muchos salesianos van
pasando, pero nosotros nos preguntamos cuando va a llegar el que haga de
párroco, pues los días se pasan y las noticias no
llegan.
No hay mucha gente que
haya venido con alguien más por lo que seguimos insistiendo en el tema y creo
que tendremos para hacerlo durante tiempo hasta que se den cuenta de lo
importante que es sentirse misionero son sus
hermanos.
Daniel se queda en la parroquia con Edwin que ha venido. Nosotros
desayunamos y Antonio va a Tikonko y a Balei, donde tiene reunión con los que
preparan la fiesta del aniversario de la iglesia de ese pueblo y luego con los
padres de los alumnos de la escuela. En los dos sitios las experiencias son
bastante positivas, pues todos se muestran interesados en lo que hacen. Veremos
si la realidad es lo mismo que las palabras.
En Balei la gente es bastante numerosa,
pero en realidad los que están presentes son los que tienen alguna
responsabilidad en los pueblos de los alrededores. Hablamos de diversos temas y
en general se muestran satisfechos de lo que hemos hecho hasta ahora y
esperanzados en lo que juntos podamos realizar para enviar a la escuela a los
niños.
Coco y Samuel
han ido a la escuela de Lembema. La experiencia ha sido buena. Los profesores
que estaban han respondido a sus
preguntas y parece que la cosa puede funcionar.
Por la tarde Samuel y Coco se dedican a poner en orden la información de
la mañana y Antonio va con la monja de la uni , sor Ángela, a Cassama, sitio en
el que la monja nunca ha estado y que le encanta, a pesar de lo malo del
camino.
Hoy la experiencia con las parejas ha sido llamativa para ellas. Hay una
señora que hace semanas que no viene a la reunión y está en casa preparando la
cena… El grupo entero nos desplazamos y nos presentamos en su casa, algo que no
esperaba, pero hago ver a todos que es un problema no de la señora, sino del
grupo que no se sienten unidos y que permiten que un miembro viva separado del
grupo… Les cuesta comprender lo comunitario, pero sigo insistiendo en ello y me
dicen que han comprendido… La realidad la iremos viendo con el
tiempo.
Volver a casa
lleva su tiempo a pesar de que los caminos se van secando y por lo menos ves por
donde vas y no entras en los charcos, pero el polvo se hace
sentir.
En casa
hay luz y conexión, aunque la luz se nos va durante un rato, pero acaba
volviendo y puedo consultar los coreos que tenía retrasados a cuenta de la no
conexión, así como las noticias que traen los periódicos, por lo menos para
ponerse al tanto de lo que ha ido pasando estos días de
atrás.
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