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viernes, 16 de diciembre de 2016

16 de Diciembre de 2016

Viernes

Hace un poco de fresco. No se puede llamar frío porque estamos a 28 grados en casa y el agua de la ducha sigue siendo agradable, y estamos sin luz.

Rezo un rato en la iglesia con la linterna a la hora de leer antes de celebrar la misa para lo que enchufamos el generador. Se nota que hace fresco y a la gente le cuesta venir.

Después del desayuno tenemos un rato de reunión para ver los presupuestos y seguimos teniendo necesidad de encontrarnos más veces, pues aún hay cosas que aclarar y eso se hace cada vez que nos reunimos y compartimos visiones a veces diferentes. Creo que es posible llegar a ponerse de acuerdo.

Voy al colegio a buscar horarios y materias para los maestros. Me lleva un buen rato, pero lo logro. Después me voy a Balei, donde están celebrando el último día de clase. Hay ambiente y todos participan, y además de la fiesta hay un grupo de adultos que están haciendo un examen para ver el nivel de alfabetización… Me sorprende ver a dos maestros que están haciendo el examen… Uno me dice que lo está haciendo por su mujer que tiene que hacer otras cosas y el otro me dice lo mismo pero él lo está haciendo por su madre… Me echo a reír y cambio de tema, pues veo que los demás también hacen exámenes comunitarios… Veré a ver qué puedo hacer para mejorar la situación de los adultos que no saben leer, pues aquí por lo menos algunos tienen interés por aprender.

También hay otro grupo que está construyendo un edificio en el medio del pueblo, una sala polivalente en la que la mano de obra es aportada por el pueblo y allí están la mayoría de los jóvenes con las manos en la masa.

En Cassama el pueblo que está cerca del río la gente no se da prisa en venir. Hoy no he ido a dar una vuelta por el pueblo pues tengo amago de lumbago y mejor no forzar. Sigo insistiendo en que las parejas no se lo toman en serio y seguimos encontrando excusas.

En Gbalehun hay un buen grupo de críos y algunos recuerdan lo que hicimos la semana pasada y un par de ellos comentan cómo el rezar en casa con sus padres hace que cambie el ambiente, que están tranquilos y no hay peleas, cosa no despreciable en los tiempos que corremos.

Han arreglado un poco la pista y se puede circular hasta sesenta, algo que me parece una velocidad punta, donde estaba acostumbrado a ir en primera y ahora metes la tercera, esto es muy bueno. Cierro las ventanillas y pongo el aire, pues hay tanto polvo que no se puede estar con las ventanas abiertas.

En casa, mientras ceno, aparece Sergej que mañana irá a hacer ejercicios. Hablamos un rato y nos vamos aclarando en bastantes aspectos y pensamos seguir haciéndolo. La luz se va y vuelve y la conexión anda renqueante.

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