Anoche hubo luz a ratos, pero hoy nos levantamos en tinieblas. Hace fresco, pero no mucho. Voy a rezar a Towama. No está el catequista y la gente llega justo a la hora, lo que me permite estar un rato viendo las estrellas, que aunque no está muy claro, pues hay harmatán y ciertas nubes, pero por lo menos identifico algunas y me oriento desde la Osa Mayor a la Cruz del Sur. Al final acaban viniendo los de siempre.
En casa y después de desayunar nos reunimos un rato para ver de hacer presupuestos y seguimos con el trabajo. Después voy a ver a los maestros y saludo a alguno de los profes a los que voy conociendo. Les llama la atención cómo sigo a los maestros, pero les he explicado que es nuestra forma de hacer, estar cerca de la gente.
Sigo con los problemas de espalda y con los masajes y espero que pronto me encuentre recuperado.
Cuando los maestros han acabado la clase, vienen a casa conmigo, el colegio no está lejos, y nos reunimos un rato para intercambiar impresiones sobre lo que hacen y también para animarles y ver si tienen algo de especial que decirme.
Se quejan de que uno de los profes no les trata bien… Y les llama la atención cuando les digo que es muy interesante, porque así nosotros tenemos un modelo a quien no debemos imitar luego cuando estemos con los alumnos… Creo que no se lo esperaban. También comentamos el trabajo que les piden hacer y les animo a que se haga en equipo, cosa a la que no están acostumbrados, pero les hago ver lo importante que es y a la vez que ellos aprenden, también deben de pensar en hacerlo con sus alumnos.
Veo que el tiempo pasa y les digo que mañana seguiremos, pues no quiero que lleguen tarde a sus casas, pues sé que tienen trabajo que hacer.
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