La fiesta de la Inmaculada. Aquí no es festivo y como cada jueves voy a Mattru y me encuentro la misma procesión en el camino. Una señora me ha traído una papaya y le doy las gracias. Y a la vuelta seguimos el mismo esquema de los jueves. Joseph está en la adoración y luego le sustituyo y me paso la mañana en la iglesia. Hoy hace calor pero no es porque lo sienta especialmente, sino porque sudo y me cambio la camiseta unas cuantas veces cuando está empapada de sudor.
Hay una reunión de mujeres católicas en la otra parroquia y no vienen muchos para la misa que celebramos por la tarde y en la que trato de explicar lo que significa esta fiesta para los salesianos, como el comienzo de nuestro obra con una clase de catecismo y un avemaría. En la cena tenemos una cosa un poco especial, tratando de celebrar el acontecimiento.
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