Voy a decir misa a Nagoyon. Salgo temprano y llego con un cierto adelanto, pues en la pista se puede circular, aunque sea con mucho polvo. Hoy por primera vez les encuentro que no han preparado las cosas antes de que yo llegue, pero al final están bien numerosos y animados.
A la vuelta traigo a los maestros comunitarios que recomienzan las clases. Venimos bien cargados y con los ánimos dispuestos. Estoy un rato con ellos cuando comienzan la mañana y veo que las cosas marchan. Después tengo un rato de reunión con un grupo de gente que quiere comenzar la visita a la cárcel. Programamos y organizamos lo que pueden ser visitas que quieren ser regulares.
Hay una boda y el barullo se extiende por toda la casa, pero el ambiente es agradable.
De nuevo por la tarde me paso un rato con los maestros. Se les ve animados y con buena disposición para el trabajo que están haciendo.
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