Voy a decir la misa a los pueblos y lo hago temprano. Hoy me pareció que no había tanta gente como otros días, pero por lo menos sí un buen grupo a los que he hablado de preparar la venida de Jesús y de forma particular la cuestión de los padrinos de los que se van a bautizar porque hay bastantes cuyos padres no son católicos.
Acto seguido tengo reunión con los padres de alumnos de la escuela da Balei y luego con los de otro pueblo que se llama Lembema. En ambos sitios insisto en que colaboren con los maestros, pues el Estado no se preocupa de la educación y entonces los padres tienen que ser los responsables de ella, si bien estoy dispuesto a ayudarles en su tarea.
Asienten a lo que les digo, dicen que van a hacer algo por los maestros y les digo que como el sábado tendré reunión con los maestros, por ellos me enteraré de lo que han decidido. Me ha sorprendido lo reacios que estaban los maestros a la reunión con los padres y la buena respuesta de los padres. Veremos en qué se va a concretar, pues palabras se dicen, pero hay que esperar a los hechos.
En casa me esperan para la reunión que habíamos programado ayer. Nos pasamos una hora discutiendo sobre el terreno, sitios para construir, cosas a construir, proyectos a comenzar y ello nos lleva una hora. Me parece que al final vamos sacando algo en claro de lo que hacemos y las ideas comienzan a estar claras y las opciones a tomar son diversas. Seguiremos mañana con el trabajo que vamos perfilando.
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