Vistas de página en total

sábado, 15 de diciembre de 2018

15 de Diciembre de 2018

Sábado


Me levanto sin luz, pero hoy sí que había… No habíamos cambiado el diferencial. Pero poco dura porque a la hora de la misa ya teníamos el generador. No han venido muchos, pero es que hay una boda más tarde y algunos participarán.

Me voy a rezar a la cárcel. Me hacen esperar largo tiempo, pero me armo de paciencia y estoy mucho rato entretenido con unos chavales a los que hago juegos de manos. Los guardianes me ven y se sorprenden. Yo sigo a mi rollo y espero que me llamen.

He estado más de una hora de espera y al final cuando alguien ha llegado, me dejan entrar, Ya oía los cantos de la gente desde fuera. Cuando llego todos manifiestan alegría y, después de leer el evangelio y mostrarles que hoy también se cumple aquí donde estamos, busco los nuevos llegados y hay uno que es especialmente atrayente, pues quien le ha traído está rebosante de alegría. Desde esta situación les hago ver lo importante que es hacer amigos de la gente que está triste y sola.

Me paso por la finca para ver el trabajo de los obreros y estoy un rato leyendo hasta que se hace la hora de venir a comer. Hay una boda y el patio está lleno de vehículos y el ambiente festivo.

Me vuelvo a los pueblos con gente que me esperaba para que les volviera. Voy a Balei a ver al maestro mayor que está enfermo. Tenemos en Nagoyon la reunión de maestros en la que hablo mucho exponiendo lo importante de la motivación en la educación, explicando los objetivos del proyecto moringa y haciéndoles ver la importancia de los maestros en la vida de los alumnos y en la del país.

Seguimos con la reunión de parejas. Hoy menos que la semana pasada y además de compartir experiencias, también van saliendo temas interesantes para la vida de la comunidad y les ayuda a tomar decisiones e iniciativas.

Vengo a Tikonko donde hay un grupo que espera y algunos más se suman más tarde. El tema es la ausencia de algunos y la regularidad, además de ser conscientes del reto que tenemos entre manos de formar una comunidad estable y numerosa.

Me paro un ratito en la finca y vengo a casa tarde, polvoriento y cansado, pero contento de lo vivido durante el día tanto en la cárcel como en los pueblos y dando gracias a Dios por permitirme vivir estas experiencias.

La luz del generador me permite ver las noticias, escribir la crónica y mandar algunos correos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario