San Francisco Javier, patrono de
las misiones, nos levantamos a la luz de
las linternas y así es también en la iglesia hasta que funciona el generador.
Hay un buen número de gente, pero faltan los hijos y los nietos de los que
rezan.
Después de la misa y sin tiempo para
desayunar, me planto en la finca donde los de Warc por una parte y nosotros por
otra vamos a pagar a la gente que trabaja en la finca. Es algo interesante
estar con ellos, animarles y aconsejarles en el uso de lo que van a recibir,
rezamos para que Dios nos ayude en lo que hagamos.
Aparece el constructor y por fin
tenemos un rato de encuentro con él donde vemos lo que se ha hecho de traer el
agua, pero necesitamos una plataforma para posar el depósito y una estructura
para el panel solar. Le presento las posibilidades de tener madera y
transportistas de materiales, cosa que acepta de buen grado y me dice que aquí
se siente más arropado que en otras obras. Planeábamos una visita a ciertos
pueblos, pero lo dejamos para mañana y así dejo el vehículo en el taller para
que le cambien los amortiguadores y otras piezas.
Vuelvo a casa en una moto y acabo la
mañana leyendo y preparando cosas, en especial sobre el compost, pues creo que
es algo en lo que debemos insistir a todos y cada uno de los que con nosotros
trabajan.
Por la tarde espero el vehículo y no
respetan la hora que me han prometido, sigo leyendo y a la hora que vienen ya
es demasiado tarde para ir a la granja, así que le llevo al mecánico al su
taller y la visita la dejamos para mañana.
Varias llamadas de teléfono intentan
organizar el programa para mañana.
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