Crónica de las experiencias vividas en Bo (Sierra Leona) por el misionero salesiano Antonio Gutiérrez
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jueves, 18 de abril de 2019
18 de Abril de 2019
Jueves
He logrado dormir
bastante bien y me llama al teléfono el que me va a llevar al pueblo que ha
venido antes de lo que esperaba. Me preparo tan pronto como puedo y a las seis
estamos camino de Potehun, el pueblo que no tiene carretera y que tampoco tiene
agua.
Cuando llego lo
primero que hago es ir a ver el sitio donde buscan el agua, más de un kilómetro
del pueblo y con interesantes historias de miedo y desaparecidos, pero llego al
sitio, veo lo que hay, tomo unas fotos y nos volvemos para la reunión, que
comenzamos rezando para pedir a Dios la fuerza para hacer algo bueno.
Les paso unas
cuantas diapositivas de pozos y su construcción para que vean que tengo un
cierto conocimiento del tema y luego quedamos de encontrarnos todos mañana,
pues hoy algunos han salido ya del pueblo.
Vuelvo, paso por
Lembema, encuentro al maestro que no ha ido a lo de los sordomudos porque la
moto no le funciona, volvemos por la finca donde los anacardos están saliendo
con fuerza, pero están plantando moringas, cosa que no me parece acertado y así
lo intento hacer saber a los responsables, con el problema de la comunicación y
del teléfono que no funciona.
Paso la tarde a la
sombra del ventilador, cuando hay corriente, preparo lo de la misa de la tarde,
leo, pienso en lo que tengo que hacer mañana y preparo antes lo que necesito.
Voy a un pueblo,
Towama, donde la gente no tiene prisa, algunos vienen a confesarse antes de la
ceremonia y no hay muchos en la oración. Explico las lecturas y animo a que
cada uno seamos los servidores de los otros.
Lavar los pies es
algo que ya he hecho otras veces y me lo tomo con calma. En ese momento intento
ser agradable con la gente y sonreír que creo que es la mejor forma de servir.
Acabada la misa estamos un momento en adoración y cuando salgo y pienso que voy
a tener problemas para encontrar una moto, los feligreses me han buscado una
que pasaba, un señor muy amable con el que he tenido una conversación viniendo
a casa.
Cena, noticias,
crónica y dormir, que mañana toca salida.
He logrado dormir
bastante bien y me llama al teléfono el que me va a llevar al pueblo que ha
venido antes de lo que esperaba. Me preparo tan pronto como puedo y a las seis
estamos camino de Potehun, el pueblo que no tiene carretera y que tampoco tiene
agua.
Cuando llego lo
primero que hago es ir a ver el sitio donde buscan el agua, más de un kilómetro
del pueblo y con interesantes historias de miedo y desaparecidos, pero llego al
sitio, veo lo que hay, tomo unas fotos y nos volvemos para la reunión, que
comenzamos rezando para pedir a Dios la fuerza para hacer algo bueno.
Les paso unas
cuantas diapositivas de pozos y su construcción para que vean que tengo un
cierto conocimiento del tema y luego quedamos de encontrarnos todos mañana,
pues hoy algunos han salido ya del pueblo.
Vuelvo, paso por
Lembema, encuentro al maestro que no ha ido a lo de los sordomudos porque la
moto no le funciona, volvemos por la finca donde los anacardos están saliendo
con fuerza, pero están plantando moringas, cosa que no me parece acertado y así
lo intento hacer saber a los responsables, con el problema de la comunicación y
del teléfono que no funciona.
Paso la tarde a la
sombra del ventilador, cuando hay corriente, preparo lo de la misa de la tarde,
leo, pienso en lo que tengo que hacer mañana y preparo antes lo que necesito.
Voy a un pueblo,
Towama, donde la gente no tiene prisa, algunos vienen a confesarse antes de la
ceremonia y no hay muchos en la oración. Explico las lecturas y animo a que
cada uno seamos los servidores de los otros.
Lavar los pies es
algo que ya he hecho otras veces y me lo tomo con calma. En ese momento intento
ser agradable con la gente y sonreír que creo que es la mejor forma de servir.
Acabada la misa estamos un momento en adoración y cuando salgo y pienso que voy
a tener problemas para encontrar una moto, los feligreses me han buscado una
que pasaba, un señor muy amable con el que he tenido una conversación viniendo
a casa.
Cena, noticias,
crónica y dormir, que mañana toca salida.
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