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viernes, 26 de abril de 2019

26 de Abril de 2019

Viernes


He dormido a ratos, pero no me puedo quejar. Cuando no duermo leo o rezo. Cuando suena el despertador me  siento en forma y preparado para ir a rezar a Tikonko. Voy en el coche y el camino no se me hace largo como cuando lo hacía en moto. Me esperan unos pocos a los que animo a seguir buscando otros para que recemos juntos y formemos una comunidad estable.

Vuelvo a la finca donde estoy un buen rato con los que he traído y hoy les hablo de la ventaja de plantar árboles, mejor que otra cosa y de cómo preparar el retiro para los campesinos cuando se plantan frutales. Parece que lo han entendido…

Me doy una vuelta por la finca y veo las moringas que riegan, también los plátanos y las papayas que están a medio limpiar y en el semillero las cosas parecen funcionar.

Esperamos la visita de Clara, la arquitecto que viene y trata de hacer alguna modificación en el plan de construcción. Come con nosotros y después la llevo a la estación para encontrar el vehículo que la llevará a su siguiente destino, pues ha salido y tiene varios proyectos en camino que quiere visitar.

Hace calor y me quedo a la sombra del ventilador. Llamo por teléfono para buscar información, pero no hay cobertura. Al final de la tarde me viene a ver el que trabaja en el pozo. Su hijo está enfermo y le han llevado al hospital, lo que quiere decir que necesita un avance, que le doy por cómo ha trabajado en el pozo y el interés con que lo hace.

Veo los correos, leo las noticas, escribo la crónica y me preparo para descansar, pues aún me siento tocado por los viajecitos en moto de esta semana pasada.


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