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miércoles, 24 de abril de 2019

24 de Abril de 2019

Miércoles


Conmemoración de María Auxiliadora y estamos a un mes de su fiesta. Voy a decir misa  a Towama. A pesar de haber invitado a la gente a venir, no hay mucha respuesta, lo mismo por parte del empresario que será el encargado de continuar la obra, por lo que habrá que esperar a mejor momento.

Después de misa voy a la finca, donde me encuentro con los trabajadores que han venido pronto y ordenamos cosas del contenedor y luego vamos al semillero y tenemos un buen rato de hablar y comentar la forma de hacer el semillero y las plantas a elegir. Hoy tengo unas semillas de anacardos que vamos a plantar y para las que preparamos las bolsas con compost y carbón que actúa como catalizador. Siguen el trabajo con interés y en particular cuando les hablo de hacerlo en sus fincas y de recobrar una dignidad que los agricultores no tienen o no se dan a ellos mismos.

Vengo a Towama donde una reunión fallida prepara el encuentro para otra vez. En casa desayuno y voy a ver al carpintero que sigue prometiendo algo que no veo que haga, al college donde estudian los maestros y me entero que ha fallecido un maestro jubilado de un pueblo, con lo que se prepara el entierro…. Vienen a verme y sugieren que esté a las cuatro de la tarde, me aseguro de que la tumba estará hecha y vamos en moto.

El maestro era una buena persona que ha trabajado mucho por el pueblo y los alrededores. Les sugiero que hoy le enterramos, pero que le organizaremos una misa otro día en la cual manifestemos el gracias que cada uno de nosotros le debe y así quedamos de hacerlo.

Como estoy en camino, me paso por el pueblo del pozo, difícil de llegar, pero la moto me lleva sin mucha complicación. Han pasado la zona de tierra con piedra y avanzan a buen ritmo. Están en los seis metros. Les animo en el trabajo y me voy, pues me siento cansado del viaje en moto.

Pasamos por Lembema donde encuentro al maestro que ha consultado en el colegio de sordos las condiciones de admisión de los candidatos y como los padres de los interesados no están en el pueblo quedamos de volver a intentarlo otra vez.

En el camino de vuelta a casa pasamos por la finca y cuando llego a casa me encuentro cansado y me voy a descansar, pues mañana me queda también otro día de ajetreo.

Por lo menos en el veinticuatro nos hemos acordado de María, le hemos pedido su auxilio y contamos con su protección.


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