Crónica de las experiencias vividas en Bo (Sierra Leona) por el misionero salesiano Antonio Gutiérrez
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sábado, 27 de abril de 2019
27 de Abril de 2019
Sábado
Me levanto con
cierta parsimonia, es sábado y rezamos en la iglesia. La realidad es que hay
más bien poca gente y se maquilla con algunos que llegan tarde. Saludo a
algunos de los que han venido y luego me vengo a desayunar.
El tiempo se pone
mustio y acaban cayendo unas gotas, lo suficiente para quitar el polvo del
suelo, pero no más. Preparo cosas para la tarde y la finca. Me llaman que han
previsto una misa esta tarde por el maestro fallecido y acepto la sugerencia.
En casa hay una boda y llena todos los otros caminos.
Después de comer y
la siesta salgo en el vehículo hacia Nagoyon, pero me paso por la finca para
ver a los que trabajan, algunos albañiles y el guardián, que sigue con malaria.
También en Tikonko
me paso por casa del señor que tiene la colmena y nos entretenemos un rato
recordando a Luis, quien le ayudó con las abejas.
Llegado a destino
me llama la atención la poca gente que hay y la realidad es que acabamos siendo
unos cuantos, pero muchos menos de lo que me esperaba. Ni siquiera los críos de
la escuela han venido organizados y algunos de los maestros llegan tarde o no
llegan.
Les hago el comentario
que no me parece esto la forma de agradecer a un maestro que ha pasado más de
veinticinco años de su vida entre nosotros y me lo reconocen, pero no me parece
que estén dispuestos a hacer algo mejor… ¿?
En Tikonko hoy hay
una pareja y media… Paciencia y a ver lo que da de sí la semana que viene. Me
paro en Towama porque me acompaña uno que viene para estar con los del coro y
no han llegado, por lo menos es el comentario del catequista.
En casa el guardián
se ha retrasado y los otros han ido a una fiesta, por lo que comienzo la cena
solo, pero pronto vienen y cenamos juntos.
Estamos sin luz de
la ciudad. Lo estaremos por bastante tiempo, pues el arreglo de la calle
también incluye el cambiar los postes de la luz y parece que eso es tarea de
mucho más envergadura de lo que ellos suelen tratar…
La conexión
funciona, leo las noticias y veo los correos y luego la crónica. Y los días se
pasan rápidos y el fin de mes se nos viene encima.
Me levanto con
cierta parsimonia, es sábado y rezamos en la iglesia. La realidad es que hay
más bien poca gente y se maquilla con algunos que llegan tarde. Saludo a
algunos de los que han venido y luego me vengo a desayunar.
El tiempo se pone
mustio y acaban cayendo unas gotas, lo suficiente para quitar el polvo del
suelo, pero no más. Preparo cosas para la tarde y la finca. Me llaman que han
previsto una misa esta tarde por el maestro fallecido y acepto la sugerencia.
En casa hay una boda y llena todos los otros caminos.
Después de comer y
la siesta salgo en el vehículo hacia Nagoyon, pero me paso por la finca para
ver a los que trabajan, algunos albañiles y el guardián, que sigue con malaria.
También en Tikonko
me paso por casa del señor que tiene la colmena y nos entretenemos un rato
recordando a Luis, quien le ayudó con las abejas.
Llegado a destino
me llama la atención la poca gente que hay y la realidad es que acabamos siendo
unos cuantos, pero muchos menos de lo que me esperaba. Ni siquiera los críos de
la escuela han venido organizados y algunos de los maestros llegan tarde o no
llegan.
Les hago el comentario
que no me parece esto la forma de agradecer a un maestro que ha pasado más de
veinticinco años de su vida entre nosotros y me lo reconocen, pero no me parece
que estén dispuestos a hacer algo mejor… ¿?
En Tikonko hoy hay
una pareja y media… Paciencia y a ver lo que da de sí la semana que viene. Me
paro en Towama porque me acompaña uno que viene para estar con los del coro y
no han llegado, por lo menos es el comentario del catequista.
En casa el guardián
se ha retrasado y los otros han ido a una fiesta, por lo que comienzo la cena
solo, pero pronto vienen y cenamos juntos.
Estamos sin luz de
la ciudad. Lo estaremos por bastante tiempo, pues el arreglo de la calle
también incluye el cambiar los postes de la luz y parece que eso es tarea de
mucho más envergadura de lo que ellos suelen tratar…
La conexión
funciona, leo las noticias y veo los correos y luego la crónica. Y los días se
pasan rápidos y el fin de mes se nos viene encima.
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