Crónica de las experiencias vividas en Bo (Sierra Leona) por el misionero salesiano Antonio Gutiérrez
Vistas de página en total
domingo, 7 de abril de 2019
7 de Abril de 2019
Domingo
Amanezco con sueño
y duermo un poco más. Hace un cierto fresco y se nota que el agua está menos
caliente que otros días. Preparo lo necesario y quiero salir a los pueblos.
Quien ayer me prometiera que estaría presente pronto por la mañana, no responde
y tampoco lo hace quien me suele llevar porque su moto está averiada.
La lucha por la
moto, pronto por la mañana es un problema porque son escasas, y después de
varios intentos acabo encontrando a alguien que acepta llevarme, aunque la
verdad es que no ha comprendido mucho lo que le he propuesto. Acaba aceptando
cuando le ofrezco para desayunar un paquete de galletas que llevo en la
mochila.
Nagoyon y Tikonko,
en los dos sitios les hago ver la necesidad que tienen de organizarse y hacer
algo por los terrenos que tienen alrededor de la iglesia. Creo que debo seguir
insistiendo para llegar a que hagan alguna cosa.
Volviendo a casa me
paso por la finca para ver lo que están haciendo y en Towama hay buen número de
gente que reza el rosario cuando llego un poco a tiempo de los otros pueblos.
Me traen a casa en
moto y después de comer un poco de un plato que nos dieron ayer, me voy a
dormir, que tengo tarde de reunión. Me
cuesta dormir, pero al final lo logro y despierto con tiempo para ducharme y
salir, pues la moto ha venido a buscarme.
Por suerte viaje
sin novedad, cosa no corriente por aquí, tanto a la ida como a la vuelta. La
reunión con los temas del momento y la distribución de las ceremonias en la
semana santa. Me parece que hay ganas de hacer algo, pero mucha ignorancia de
lo que es la semana santa y sus diferentes celebraciones.
Estoy cansado del
traqueteo de la pista, pero estoy contento de haber visto a la gente y
compartido con ellos sueños e inquietudes y espero que algo vaya cambiando sólo
y simplemente por la buena voluntad que tienen.
Amanezco con sueño
y duermo un poco más. Hace un cierto fresco y se nota que el agua está menos
caliente que otros días. Preparo lo necesario y quiero salir a los pueblos.
Quien ayer me prometiera que estaría presente pronto por la mañana, no responde
y tampoco lo hace quien me suele llevar porque su moto está averiada.
La lucha por la
moto, pronto por la mañana es un problema porque son escasas, y después de
varios intentos acabo encontrando a alguien que acepta llevarme, aunque la
verdad es que no ha comprendido mucho lo que le he propuesto. Acaba aceptando
cuando le ofrezco para desayunar un paquete de galletas que llevo en la
mochila.
Nagoyon y Tikonko,
en los dos sitios les hago ver la necesidad que tienen de organizarse y hacer
algo por los terrenos que tienen alrededor de la iglesia. Creo que debo seguir
insistiendo para llegar a que hagan alguna cosa.
Volviendo a casa me
paso por la finca para ver lo que están haciendo y en Towama hay buen número de
gente que reza el rosario cuando llego un poco a tiempo de los otros pueblos.
Me traen a casa en
moto y después de comer un poco de un plato que nos dieron ayer, me voy a
dormir, que tengo tarde de reunión. Me
cuesta dormir, pero al final lo logro y despierto con tiempo para ducharme y
salir, pues la moto ha venido a buscarme.
Por suerte viaje
sin novedad, cosa no corriente por aquí, tanto a la ida como a la vuelta. La
reunión con los temas del momento y la distribución de las ceremonias en la
semana santa. Me parece que hay ganas de hacer algo, pero mucha ignorancia de
lo que es la semana santa y sus diferentes celebraciones.
Estoy cansado del
traqueteo de la pista, pero estoy contento de haber visto a la gente y
compartido con ellos sueños e inquietudes y espero que algo vaya cambiando sólo
y simplemente por la buena voluntad que tienen.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario