La mañana
la paso estudiando y al mediodía me doy cuenta de que el coci nos ha preparado
un menú un poco extraño, pues ha querido repetir lo que hicimos la otra vez,
arroz a la cubana, pero en lugar de ponerle tomate le ha puesto lentejas… Cuando
lo he visto estaba en la mesa y hemos tratado de comer lo que hemos podido. Por
lo menos estaba comestible.
Por la tarde, después
de una buena siesta y un rato de estudio, voy a Valehun, el pueblo al que voy a
rezar cada domingo por la mañana. Llego con tiempo y saludo a la gente por las casas. También
tengo tiempo para sacar muchas fotos de los críos, de lo que está haciendo la
gente, en particular unos que están cubriendo una casa con hojas de palma, así
como los críos que están jugando el juego que el otro día jugaban los adultos,
pero con las mini peonzas adaptadas a su tamaño y también muchas fotos de la
vida ordinaria de la gente en sus casas.
A su hora
rezamos el rosario y hoy vuelvo a casa solo, cosa que me pasa por primera vez. Y
es que el pueblo al que ha ido está bastante lejos de otros y por eso la gente
no se desplaza mucho por la noche.
En casa el grupo
electrógeno está en marcha, pues la luz de la ciudad ya no nos viene desde hace
dos días. Esperemos que no sea así por mucho tiempo.
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