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jueves, 1 de mayo de 2014

1 de Mayo de 2014

Jueves

Cuando preparé este documento en el mes de abril, me parecía todavía muy lejana la fecha, pero aquí estamos, y somos conscientes de que todo llega.
        Hemos tenido una lluvia continua y persistente durante toda la noche y la mañana amanece clara y tranquila, aunque nos afanamos en barrer y limpiar alas de insectos que vienen a la luz a miles. Es algo curioso la experiencia de barrer alas con un poco de viento. No sabes para donde barrer o cómo hacer, pues puedes pasar las veces que quieras y sigues viendo alas de paseo por un sitio y por otro.
      He ido a ver el pozo y todavía no hay compresor, pero se me han presentado un par de críos pidiendo auxilio. Los líos que se traen tratamos de resolverlos con un asistente social. Veremos en qué dan, pues las cosas no están claras. Por lo menos hemos tratado de hacer lo que hemos podido con ellos.
      También están aquí los que vienen a recoger y desgranas los granos de las palmeras de aceite. Es algo que nunca había visto, pues en los países donde he estado siempre era mucho más al norte y allí no se dan las palmeras de aceite. Algo interesante ver el trabajo que da y lo que te pide de manipular todo un proceso largo y complicado, pero la gente lo domina y están acostumbrados a ello, desde subir al árbol a cortar los racimos, hasta transportarlos, pelarlos, escoger los frutos…
       Como hoy no tenemos cocinero y no hay mucha comida decidimos salir a comer y vamos al único restaurante que conocemos, pero mira por donde, hoy está cerrado. Seguimos adelante y entramos en el primero que encontramos, que por cierto ni me había fijado en él y eso que habré pasado por delante decenas de veces. La comida es aceptable y el precio razonable.
        Como seguimos sin conexión, después voy un rato a un cíber y veo que no hay noticias de Manoli. Esperemos que todo siga bien.
       Por la tarde aquí los críos están en el oratorio y yo me voy a un pueblo, pues vamos a comenzar el rosario del mes de mayo y les he prometido que estaré con ellos para ayudarles si es que tienen problemas. Pero los que no estaban el domingo, hoy sí que están y entre todos rezamos el rosario, en mende, y me doy cuenta que soy capaz de seguir el avemaría con su ritmo y que me salen las palabras sin dudar… Hasta a mí me llama la atención, pues creo que es una de las cosas que más te suele costar, ponerte al ritmo de rezar de la gente. Crep que también a ellos les ha llamado la atención el que sea capaz de hacerlo. Por lo menos estoy contento de los muchos ratos que le he dedicado a la lengua y a las oraciones y a la misa en particular. Cuando la gente ve que te esfuerzas en cualquier cosa de su lengua, se sienten contentos y te aceptan como uno de ellos con mucha mayor facilidad.

       También estoy contento que mi primera oración del mes de mayo en mende sea para Ella y le pido que nos proteja y nos dirija durante todo el mes  a cuantos vamos a rezarle cada tarde.

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