Seguimos
sin luz y así hemos estado todo el día. Esperemos que no tarden en arreglar la
avería del rayo de anoche.
Jos
ha ido a cuestiones del terreno de Tikonko y yo he pasado la mañana estudiando
lengua y leyendo. Al levantarme de la siesta veo a Jos que está comiendo. Acaba
de llegar.
Más tarde
salgo hacia los pueblos. Hoy voy a ver al catequista y trabajo con él un rato en
la lengua. Cuando llego, un buen grupo de gente del pueblo está trabajando en abrir un nuevo camino
que por una parte nos permita ir al terreno de la iglesia sin entrar en el
pueblo y por otra ayude a los que quieren construir nueva casa, a tener espacio
amplio y despejado para hacerlo.
He
tomado unas cuantas fotos, he animado a la gente en el trabajo que hacen y me he
puesto a trabajar con el catequista en la lengua. Le llama la atención que leo
el libro y sé por donde andan las cosas, y le hago ver que si quiere dominar su
lengua, lo que tiene que hacer es lo que hago yo, sentarse y leer detenidamente
las cosas. Me promete que lo hará.
Después
voy al rosario a Balei. Saludo a la gente por las casas, uno de los maestros me
acompaña. Estamos un rato con gente joven que está escuchando música después de
haber pasado el día en el campo y luego volvemos para el rosario. Hoy no ha
habido mucha asistencia, una quincena.
Al final,
antes de dar la bendición les he ofrecido el que podamos encontrarnos quizás una
vez por semana para rezar, hacer el catecismo o reflexionar sobre alguna cosa
particular. Lo mismo que en otros pueblos, espero respuesta.
La vuelta a
casa, ya de noche, pero siempre acompañado por gente que está dispuesta a
viajar. Por lo menos tienes compañía. Entre ellos hay una mujer que me ha dicho
que no se siente bien y que viene al hospital.
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