Estamos sin luz. Andreas es el que más madruga y a las
seis ya emprende camino hacia la capital donde le espera trabajo. Se toma un
café para despertarse y mientras compartimos un rato de conversación. La misa es
también sin luz, pues hay un problema en unos cables y esperamos que en la
mañana se pueda solucionar. Coco prepara las cosas con parsimonia y a conciencia
y después del desayuno tiene organizado su petate y en la moto, se encamina
hacia sus lares del norte del país
donde construye escuelas.
Se me pasa la mayoría de la mañana en preparaciones de
unas cosas y otras, sobre todo en las ceremonias de la semana santa en los
diferentes pueblos y ver cómo me las apaño para la fiesta que tendremos en la
escuela el viernes y la comida de los que se casan, que será en la iglesia y
preparada por las mujeres, que así no les cuesta nada a los matrimonios, pues
aquí parece que la canción es “no me caso porque no tengo dinero para la boda”…
Ya he celebrado muchas bodas sin que los novios gasten nada… Y espero seguir
haciéndolo.
Después de comer voy a hacer unas fotocopias y a darme
una vuelta por el mercado. Siempre es interesante estar en el ambiente, aunque a
veces, si hay mucha gente, resulta problemático el moverse, pero hoy no había
los agobios que suele haber los fines de semana.
Joseph ya estaba de vuelta cuando vine del mercado y nos
saludamos e intercambiamos noticias. Viene cansado y contento de lo que ha hecho
y veremos lo que vamos pudiendo emprender con respecto a construcciones y
arreglos en la casa y alrededores.
Samuel y Edison van a la uni, pues hay deporte
organizado y participan. También más tarde viene un trienal desde Liberia que va
camino de la capital y van a recibirle.
Estábamos sin luz, pero finalmente nos ha venido y
estamos contentos cargando baterías y estableciendo conexiones que antes no
teníamos.
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