Podemos pensar en el día después. La misa por la mañana en la
parroquia es tranquila, la gente me da la impresión que tiene bastante resaca de
las celebraciones y no están muy animados. Intento hacer que la misa sea
diferente de los días precedentes, pero la inercia es algo que se apodera de la
situación… Por lo menos cantamos y movemos el ambiente de forma que algo sea
distinto y a ver si durante la semana acabamos haciendo que algo más
cambie.
Estoy diciendo misa en la parroquia porque no hemos encontrado un
cura para que lo haga, pues mi intención es estar con los que han recibido
sacramentos en los pueblos y acompañar estas comunidades nacientes. Con
paciencia llegaremos donde podamos.
La cocinera no está y se dedican a preparar de comer los jóvenes
salesianos. Por lo menos han ocupado el tiempo y lo que han presentado se puede
comer, que no es poco.
A la tarde voy de nuevo a los pueblos y es que hoy toca
catecismo, algo a lo que quiero estar presente para ir ambientando a los que
acaban de recibir sacramentos como los que van a ser los padrinos de los que se
van a bautizar y la necesidad de acompañarles en la preparación y seguirles
después de recibir el sacramento, algo a lo que por aquí no están acostumbrados,
pero que creo que es fundamental en la vida de fe de los cristianos para formar
comunidades vivientes y actuantes.
El encuentro con los recién casados es agradable y todos están
contentos de la celebración. Además trato de ver cuando podemos comenzar el pozo
para regadío que pensamos hacer en la escuela y la disponibilidad de los equipos
de trabajo, lo que me lleva un buen rato, ya que hay quienes no están en el
pueblo, pero al final las cosas están más o menos
dispuestas.
Estamos sin luz y tenemos un rato la conexión, lo que me permite
ver los mensajes y consultar las noticias y me voy pronto a la cama, pues la
cosa no da para mucho más.
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