Amanecemos con luz, lo que nos permite estar en la
capilla y leer, algo que no se da todos los días. A la misa en la parroquia
viene la gente habitual y hoy celebramos treinta y cuatro años de profesión de
una monja que trabaja en el centro de pastoral y ha pedido la misa de acción de
gracias, lo que nos hace estar un poco más alegres en el ambiente de
cuaresma.
Hoy no he visto en la misa al profe que suele venir cada
día, por eso me he dedicado a leer el texto del evangelio en lengua local yo solo esperando que mañana haya más
suerte y aparezca.
A media mañana aparece Joseph con Clara, la arquitecto
que trabaja en Makeni y tenemos un rato de intercambio para después ver lo que
queremos hacer en la casa y nos da la opinión favorable, de forma que podemos
contactar con quien lo pueda hacer y empezar por pedir presupuesto.
Clara me ha dado muy buena impresión, está empeñada en
la cooperación y trata de hacer lo que puede en su terreno, además de mostrarse
disponible para todo lo que podamos necesitar y ella nos pueda hacer. Es cosa
muy de agradecer encontrar personas tan dispuestas.
Después de comer sigo hablando un rato con ella y me
cuenta la situación de la familia, cómo su padre no está muy contento con que
ella esté por aquí, pero la realidad es que ella está contenta y me dice que en
España hoy no hay trabajo para un arquitecto como lo que ella tiene aquí y que
además ha encontrado a un chico con quien sale y se encuentra a gusto en el
sitio y con lo que hace.
Hacia las tres Joseph ha finalizado una reunión y sale
de nuevo con Clara hacia Makeni. Hace calor, se suda bastante y viene a verme el
mecánico, que ha reparado el coche. Tengo otros asuntos para hablar con él y
pasamos un rato en conversación.
Por la tarde, al anochecer, llega el nuevo salesiano
trienal que estará con nosotros este curso. Edison. Ha estado unos días con su
familia y ahora se incorpora a la comunidad. No hay luz y tampoco tenemos
cocinera, pero se hace lo que se puede. Por lo menos la habitación que le
ofrecemos está en el piso alto y, aunque no tiene baño, por lo menos está en
buenas condiciones y a la espera de un arreglo, como las demás de la
casa.
Pasamos la noche sin luz, por lo que me dedico a dormir
a rezar cuando estoy despierto, pues el libro electrónico que tenía no me
funciona desde hace un par de semanas y no tengo otra cosa a qué engancharme.
Por lo menos muchos momentos de luz utilicé el libro y me leí una buena cantidad
en momentos que no había luz.
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