Volvemos a la normal falta de luz y al generador en la
iglesia, donde trato de recordar a los dos hermanos de san Juan de Dios que
murieron en Liberia y en Sierra Leona, además de otros muchos sanitarios.
Rezamos por ellos y les damos gracias a Dios por encontrar personas generosas
dispuestas a dar su vida por sus hermanos como han hecho tantos sanitarios en
los momentos del ébola.
Hoy sí que ha venido el profe y nos encontramos un buen
rato. Leemos juntos el evangelio del domingo y me doy cuenta de lo bueno que es
el profe cuando me ayuda en la pronunciación y en la entonación de las frases y
las palabras. Es jubilado, pero lleno de iniciativas y de ganas de hacer algo
por los demás.
Después de la clase preparo las cosas para la visita que
quiero hacer a la escuela y al catecismo de los que se preparan para el bautismo
y, como hay conexión, también envío un escrito y unas cuantas fotos a Loli para
que las pueda poner en el blog.
Después de comer salimos para la escuela. Samuel se
queda en casa, pues están los obreros trabajando y es bueno que alguien les siga
de cerca; mientras yo voy con el nuevo trienal, Edison, para que conozca los
pueblos, pues no ha estado nunca en esa zona.
Cuando llegamos, la escuela está cerrada… Han oído por
la radio que es el día internacional de la mujer y que el presidente ha dicho
que es fiesta y… Eso ya es motivo suficiente para que la mayoría de los críos no
vengan a clase … Esta vez ya no me he enfadado, pues no vale la pena, pero es
que es tal la costumbre de no asistir a la escuela que, cualquier motivo es
suficiente para dejar la clase. Los maestros se han dado bien cuenta de que no
estoy encantado, pero qué le vamos a hacer más que tener paciencia… Por lo menos
he ido al pozo que acabamos de hacer en la escuela a beber agua de la nueva
bomba, de la que todo el mundo se deshace en elogios…
En casa hoy tenemos luz y después de unos cuantos
intentos hay conexión, lo que me deja ver las noticias y enviar algún
correo.
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