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sábado, 19 de marzo de 2016

19 de Marzo de 2016

Sábado

San José. Celebramos la misa solemne y la fiesta comienza. Me dedico a felicitar a los Josés que puedo y, también hay reunión del consejo de la parroquia, donde hay elecciones y se renueva el consejo,  además de preparar las cosas para mañana, que se presenta ajetreado.
A ratos hay luz, a ratos no. Va y viene. Por la noche no hemos tenido luz y tampoco al levantarnos. Sí en la misa, pero ahora estamos con el generador del centro de pastoral.
La comida es animada y, aunque la coci no se ha lucido especialmente en el menú, por lo menos hay buen ambiente y comemos con gusto.
Joseph tiene invitados, es su santo y hay gente que viene a verle. Le dejamos con ellos y me voy a echar un rato la siesta antes de emprenderla en los pueblos, donde me acompañan Samuel y la señora Cecilia, que también será la madrina de algún bautizo, pues en la zona no hay mucho para elegir.
Para empezar tenemos a los chinos que están haciendo obras de conducción del agua y se ponen en cualquier sitio de la carretera, donde no hay ninguna señal y te encuentras a veces con tapones de vehículos que no pueden girar… Perdemos un rato de tiempo antes de salir de la ciudad, pero es “pecata minuta”. Cuando llegamos al pueblo, las parejas ya están presentes y el ambiente se vive y se palpa… A lo mejor es que yo me siento también muy dentro de la celebración, pues soy bien consciente de que muchas cosas van a cambiar en un pueblo donde hay gente que van a recibir regularmente la comunión y a los que quiero acompañar diciendo la misa siempre que pueda.
En Tikonko también hay un grupo que está esperando y algunos llegan más tarde, con lo que para el catecismo acaban siendo numerosos, casi el doble que la semana pasada. Algunos, los menos, han venido con los padrinos, los demás me dicen que siguen buscando las personas adecuadas.
La clase de catecismo se pasa entre recomendaciones, preguntas y respuestas, recordarles lo que tienen que hacer, pedirles que repitan lo que les digo para que me entere bien de que han comprendido… Y así también se va creando un ambiente de familia en el que cada uno manifiesta su situación y lo que vive. Es interesante ver que hay varios adultos que prometen que vendrán con su media naranja, esposo o esposa, cosa que me hace pensar en un posible grupo de parejas con los que trabajar y que será muy interesante por la estabilidad que darán a la comunidad.
Volvemos a casa contentos de la experiencia, rezando el rosario en el polvoriento camino y pensando en lo que nos espera mañana, que además de las misas, habrá procesiones y que espero no sean muy largas y me dé tiempo para llegar a todos los sitios.
En casa seguimos con la celebración de san José. Hay una señora que desde Lungi ha venido a ver a Joseph y después aparece el cura que es capellán militar y tenemos un rato de agradable conversación, hablando en particular de los cambios en el consejo parroquial, pues él conoce bien a los feligreses de la parroquia, ya que ha vivido aquí tiempo.

Estamos sin luz, pero el generador nos da la luz que nos hace disfrutar mientras cenamos y luego seguir las noticias y enviar correos.

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