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jueves, 31 de marzo de 2016

31 de Marzo de 2016

Jueves nos plantamos en el último día del mes, y recordamos a Don Bosco. Voy a rezar con las familias de Balei, los que se acaban de casar y están muy contentos de la visita. También intento preparar la situación para el comienzo del trabajo en el pozo de riego y el maestro que se ocupa me hace ver que están dispuestos. En casa la vida sigue. La cocinera ha venido y dice que tiene que ir a una reunión de la escuela de uno de sus hijos y, los trienales siguen cocinando, mientras yo sigo con el trabajo comenzado ayer de poner en orden paquetes de comida. La cosa va estando clara y la sudada se acaba en la ducha antes de comer. Me envía un mensaje la monja clarisa que va a pasar por aquí y nos podemos encontrar. La realidad es que sigo buscando la presencia de monjas en los pueblos para trabajar en la promoción de la mujer y la oferta está hecha. Parece ser que ganas de venir no faltan, pero lo que falta es personal. Esperemos que el terreno se allane y ese día llegue. Después me encuentro con el que va a trabajar en el pozo de riego y preparamos las cosas necesarias. Espero que podamos comenzar el trabajo el lunes, pero para empezar hace falta tener todas bien preparadas, los moldes en particular, que no son fáciles de encontrar en cualquier momento. Creo que se podrá hacer el pozo en la semana. Luego voy a Matru, como cada jueves. Saludo a las personas que están por las casas y tengo el correspondiente cortejo de críos que me acompañan y a quienes encanta el que les haga caso y nos movamos juntos de un sitio para otro. Pero la realidad es que seguimos con dificultades de diálogo y no parece que las cosas vayan a avanzar. En casa tenemos la adoración y la misa. Todavía no hay costumbre de la misa por la tarde y no son muchos los que vienen, así como la mentalidad de estar en la semana de pascua y hacer resaltar la alegría de la resurrección de Jesús; pero ya me encargo yo de remover un poco la cosa y, si no se enteran mucho de qué va, por lo menos algunos sonríen y cantan. Hoy sí que hay luz, aunque la conexión a internet es tan débil que no hay forma de recibir correos ni ver las noticias. Paciencia y mañana será otro mes… Por lo menos agradecer a Dios lo vivido este mes ya es algo interesante y pensar que muchas cosas pueden cambiar en poco tiempo también es un reto al que hay que saber enfrentarse con cariño y dedicación. Jesús resucitado nos puede hacer vivir esto de otra manera y así se lo pedimos en la oración.

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