Estamos
sin luz, para variar y ha llovido durante la noche con intensidad. Voy a rezar
a Tikonko. El camino no es fácil pues hay varios tramos en que están reparando
o preparando para asfaltar y hay barrizal y el vehículo patina, pero llego a
destino sin problemas. Hay un pequeño grupo y algunos más se suman, aunque la
promesa que me habían hecho de traer a gente sólo la ha cumplido uno que ha
venido con sus nietos. Les sigo animando a que lo hagan y a tener una
experiencia positiva.
Ir a
los pueblos de los pozos es perder el
tiempo porque las cosas no están dispuestas, así que me vuelvo a casa pasando
por la finca y trayendo a un grupo de gente que viene al mercado, en particular
mujeres con pesados fardos. Ver su sonrisa a través del retrovisor sigue siendo
un reto y una alegría para mí.
Estoy
estudiando un rato en la capilla a la espera de que vengan a verme los de los
pozos y al final acaban viniendo. No han acabado el transporte de materiales y
esperan hacerlo hoy.
Sigo
estudiando y preparando las cosas para el domingo y después de la siesta
continúo con el trabajo, pues con el camino como está y los problemas de
transporte, es mejor tomar las cosas con calma.
Hablo
en el whatsapp con las hermanas y la familia de Sevilla y todos estamos
contentos de poder hacerlo. También lo hago con la sobrina que celebra su
cumpleaños.
Tenemos
problemas con el agua. He llamado el fontanero y parece ser que dejó alguna
llave abierta y por eso no había agua en el depósito esta mañana.
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