2 de Junio de 2019

Domingo

Me despierto temprano y, aunque no tengo prisa, salgo von tiempo a los pueblos. Paso por la finca y veo la calma que hay pronto por la mañana.

En Nagoyon la iglesia está abierta, ayudo a preparar algunas cosas y luego rezamos el rosario que termina bien antes de la hora de la misa. El obispo llega con tiempo y nos preparamos para la celebración. Un poco más tarde llegan también el jefe tradicional y su mujer que nos acompañan en la celebración.

Nos sentimos honrados con la presencia del obispo y le damos las gracias. Celebramos la ascensión que aquí se celebra el jueves, pero en los pueblos nadie la había celebrado. Al final de la misa tenemos un rato de encuentro con el obispo con preguntas y sugerencias que sigue con atención y delicadeza.

Volvemos hacia Tikonko y dejamos los que habían entrado en los coches. Emprendemos el camino hacia Bo. Yo me paro un momento en la finca donde me cambio de ropa porque está empapada y sigo la misa en Towama. Hoy nada de especial, sí les explico que celebramos la fiesta de la Ascensión y que nos preparamos para la venida del Espíritu y les invito a rezar de una manera particular.

Cuando vuelvo a casa Joseph está dispuesto para viajar a Lungi. Le deseamos buen viaje. Para comer hay un arroz cuya salsa está bien picante y boniatos con salsa también parecida. Como un poco de cada y me voy a dormir que es lo que mejor me sienta cuando estoy cansado.

Después de la siesta me lo tomo con calma, pues está lloviendo aunque al mismo tiempo hace sol. Leo un rato, pongo en orden las ideas y lo que tengo que hacer en la semana, estoy un rato hablando con mis hermanos que están de viaje por el norte y me envían fotos de lo que están viviendo. Me alegra el que hayan ido de viaje y el que se encuentren en familia. También me gustaría estar con ellos, pero las fotos y los comentarios, me dan buena idea y disfruto con que ellos disfruten estando juntos y visitando tierras desconocidas.

Me voy un buen rato a rezar a la iglesia y sigo respondiendo a los correos que me envían o a las llamadas locales o de fuera.

Oración, cena y ver las noticias componen el día. Y dar gracias por lo vivido creo que es la forma de decirle a Dios, el Padre de Jesús que hoy ha subido al cielo, que contamos con Él y que nos siga protegiendo.