Amanecemos
medio lloviendo, aunque es bien poca cosa, pero eso hace que para la oración
seamos muy pocos, aunque en la misa hay buen número.
Después
del desayuno me voy a la finca donde me han anunciado que los trabajadores
tendrán su salario. Hay ciertos problemas, pero al final se solucionan y pueden
recibir su paga. Aprovecho el rato antes para hablarles de plantar frutales y
animarles a hacerlo y con los guardianes para hacerles ver el trabajo que
tienen que hacer.
Veo
cuando están recibiendo la paga que algunos no saben escribir y les animo a que
hagan el esfuerzo que tienen que hacer, pues en los pueblos hay maestros de
alfabetización y suelen estar presentes en la escuela.
Me
trae John, un conector y para esto ya he negociado el próximo destino del
compresor y si lo quieren llevar, por ahora está en Potehun, pero se le puede
retirar sin problema pues allí la roca es dura y no son capaces de romperla.
Me
echo un rato la siesta y luego hago la colada, que se me ha acumulado un poco.
Sigue amenazando lluvia y de vez en cuando caen unas gotas, lo mismo que puede
hacer sol. Paso un rato en la capilla rezando y antes he preparado la oración
que tendré en Nagoyon mañana.
Oraciones,
cena y noticias cubren el fin del día. Me siento especialmente cansado y me voy
a dormir sabiendo que cuando me despierte me queda algo por hacer, pero estaré
más en forma para realizarlo.
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