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viernes, 28 de junio de 2019

28 de Junio de 2019

Viernes


He dormido bien y me encuentro en forma cuando suena el despertador. Celebramos la fiesta del Sagrado Corazón y hay un grupito más de gente a la misa, no así para la oración de la mañana. El cielo estaba despejado durante la noche, pero a la mañana había nubes.

Me paso la mañana preparando cosas de los pueblos y esperando a que venga un técnico en motores y en pozos, que llega después de comer, pero eso no me impide darme una vuelta por el mercado y constatar la muy poca fruta que hay y comprarme algunos paños y volver antes de que llueva como anuncian las nubes. No llovió, pero dificultad para volver a casa sí que la tuve, pues cierran la calle por obras, pero no hay ruta alternativa y las motos pasan por donde pueden.

Cuando me avisan de la llegada del técnico me presento en la finca y veo que las cosas están mucho más atrasadas de lo que me imaginaba, pero la paciencia sigue siendo también la fuente de cualquier consuelo. Estoy un rato hablando con él. Parece que el tractor está en forma. El pozo que hicieron tendrán que volver a comenzar porque no tiene agua, las cuestiones que le pregunto de los pozos de los pueblos me las resuelve a distancia y veo que no vale la pena insistir en algo que no le concierne demasiado. Quizás me habían dado muchas esperanzas para algo que no me puede resolver.

Vuelvo a casa y descanso un poco, pero seguido me vienen a ver y ya toda la tarde está en danza, desde llevar a gente a Tikonko hasta ver al de las colmenas, estar un rato con los que han venido a la iglesia, que no son muchos y volver a casa en la lluvia y por el camino que están rehaciendo y donde el vehículo patina y se va para todas partes, pero llego a casa sano y salvo, el guardián me abre la puerta y la lluvia sigue, aunque ahora no con tanta intensidad. Por lo menos me queda la esperanza de que podré dormir a cuenta de lo que ha refrescado con la lluvia.

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