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sábado, 22 de junio de 2019

22 Junio 2019

Sábado


Me despierto un buen rato durante la noche y luego a la hora de levantarme tengo sueño… Voy a rezar a la iglesia con la gente que sigue sin ser numerosa, pero sí devota.

Me paso el resto de la mañana en casa entre lecturas, preparaciones para los pueblos y el sermón que quiero tener bien preparado para el domingo. También viene un rato el fontanero y me entretengo hablando con él y haciéndole ver que leer es importante. No sabe leer y se ha desanimado porque le parece muy difícil. Está leyendo un rato conmigo y me promete que lo hará con su hija que va a la escuela y ya sabe leer.

Viene a comer un cura nigeriano que ha venido a Bo y recala entre nosotros por Chris que también es nigeriano. Es agradable ver que se sienten a gusto y tienen confianza con nosotros.

Después de la siesta salgo pronto para los pueblos, la pista está practicable a pesar de las obras. Paso por la finca y veo al guardián. Llego a Nagoyon con gente que he encontrado en el camino y, como veo que los maestros no están presentes por lo que visito el pozo de Yeobiama, al que hay que ir a pata durante quince minutos. No me esperaban, pero les alegra el verme y me alegro con ellos porque han salido a la superficie en el hormigonado y estamos en disposición de instalar la bomba para sacar el agua, aunque antes haya que limpiar y curar el pozo del cemento y otros materiales que tiene a cuenta de la construcción.

La vuelta es por el mismo camino y con una buena sudada. Llego a tiempo para la reunión de las parejas que hoy son pocas y me dicen que han tenido trabajo comunitario y por eso algunos no vienen. Me planteo el dejarles por un tiempo a ver qué respuesta dan.

En Tikonko, como tengo tiempo voy a ver al que tiene las colmenas y me acompaña Hassan que viene a pasar el domingo con la familia para recomenzar el trabajo en el pozo el lunes. Mientras estoy con las abejas, comienza ponerse oscuro y llego al vehículo a punto de soltarse a llover. Vengo a la iglesia y encuentro a algunos que están trabajando en el campo, pues cada uno tiene su parcela en la que van a plantar moringa por ahora y después veremos.

La reunión con los presentes es para animarles y hacerles ver el compromiso que tienen de traer a otros que no han venido y que deberían estar presentes. Me prometen que lo harán la semana que viene.

Está medio lloviendo y el ambiente es de que va a seguir así. Varios que están en la pista se alegran cuando me paro y les recojo en el vehículo y a Hassan le acerco a su casa y le doy un paquete de galletas que tengo en la mochila. Imagino que será la fiesta cuando llegue a casa.

Cena, noticias, crónica y cerramos el día.

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