No
hay luz, pero hay buena temperatura y el agua de la ducha no está fresca como
los otros días. Voy a rezar un rato antes a la iglesia y ha venido la luz y a
todos nos alegra y aclara.
A la
hora de la misa hay bastante gente y les animo a seguir el ejemplo del santo
del día, san Buenaventura, imitador de Francisco y modelo de buen samaritano,
que tenemos que ser también para los otros.
El
coche va al garaje para la revisión y no tenemos desplazamiento por lo que
estoy en casa leyendo, rezando y preparando lo del día siguiente. A la hora de
comer aparecen de Lungi Paul y Larry, el cura que va a venir a quedarse aquí
para el año que viene. Les acompañan dos
de la parroquia y una señora que está de visita.
Después
de comer e instalarse en una de las habitaciones a Larry, nos estamos hablando
un rato mientras los otros se van a sus ocupaciones.
Me
llama Carlos por el whatssapp y me dice que está en una situación fatal, pues
se acaba de matar su amigo en su presencia, un accidente desdichado. Estoy
hablando un rato con él y trato de consolarle y animarle y le prometo rezar.
Por la noche le llamo y hablamos un momento. Tratamos de animarnos mutuamente y
encontrar un resquicio para un misterio que siempre es la muerte.
Ha
venido Isaac,el estudiante de filosofía que estará con nosotros en el verano y
le acogemos, le damos su sitio y después de cenar nos despedimos hasta mañana.
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