He
dormido a ratos, pero me doy cuenta de que me levanto en forma. Me paso mucho
tiempo rezando que es una forma de aprovechar el tiempo cuando no hay luz.
Voy
a rezar a Mattru y me acompaña John, uno de los conectores para después de la
misa tener reunión con los interesados en plantar moringas. La realidad es que
a la misa no ha venido mucha gente. Les hablo de la historia de Abraham y cómo
cada uno de nosotros debemos ser esa bendición que Abraham es para todos,
aunque pasemos por pruebas.
Al
salir de misa vamos a rezar por la diferentes casas, en particular las de los
que están enfermos y no han podido asistir a la oración. Para mi sorpresa en
una casa me dan dos piñas, creo que es la primera vez que me dan algo y las he compartido
con John que vino para hablar del proyecto moringa a los que estén interesados.
Cuando
acabamos de visitar las casas en las que rezamos, se pone a llover y nos
refugiamos en una casa que tiene un porche a la entrada. Algunos más se van
asociando y nos encontramos un buen rato y con buen ambiente explicando las
condiciones del proyecto y las posibilidades de obtener fondos y cuál es el
objetivo de ellos, por una parte mejorar la alimentación de la gente y por otra
enviar a críos a la escuela.
Nos pasamos
tres cuartos de hora y entre preguntas y repuestas veo que sí que hay gente
interesada. Les hago ver que moringa es una planta, pero que hay otras muchas
para plantar, en particular frutales y les reparto semillas de papaya, una
fruta muy corriente aquí y de extraordinarias cualidades que plantan muy poco.
Por lo menos las semillas las reciben con interés; otra cosa será si las van a
plantar, que espero que sí.
Volvemos
a casa y con pasajeros. Desayuno y me paso el resto de la mañana en la capilla
rezando, leyendo y preparando la homilía del domingo. Pienso hacer lo mismo por
la tarde, pero me paso un buen rato hablando con Henry y luego por teléfono con
Mireia a cuenta de la plantación de arroz y el campo que se prepara en Tikonko.
Para
la adoración del Santísimo, antes de la misa hay un grupo de gente y algunos
más que llegan más tarde con lo que la misa del jueves puede decirse que está
asistida por un grupito de gente, los regulares e incondicionales.
Luz
del generador, noticias y correos y lectura y a dormir.
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