Seguimos
el horario de rutina de la semana, aunque las clases están suspendidas y el
trabajo académico es bastante reducido. Hay unos cuantos chavales jóvenes, los
aspirantes a salesianos, que viven con nosotros y las obras de remodelación para
la acogida de los chavales huérfanos que nos van a llegar van a buen ritmo. Los
obreros se mueven de un sitio para otro y se percibe el ansia de que todo esté a
punto para acoger a los que vienen. Les esperábamos para hoy, pero finalmente
llegarán un par de días más tarde.
Las cosas
no van al ritmo que se esperaba y
los chavales no han venido hasta ahora. Parece que el gobierno está bastante
desbordado en varios temas, en la cuestión de sanidad en
particular.
Hablo un momento
con Uba, quien me dice que vendrá a buscarme mañana, pero no sabe la hora, pues
quiere hacer alguna cosa en los pueblos antes de salir y eso le llevará un
tiempo que no puede precisar.
Con Paul
me doy una vuelta por las clases y también vamos a la granja donde piensan poner
pollos y marco un sitio posible para hacer un pozo. La extensión de tierra que
tenemos aquí es considerable y se quiere ponerla a producir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario