En la
fiesta de san Martín vamos a trabajar al terreno. Seguimos limpiando la maleza.
Lleva tiempo y vamos despacio, pero por lo menos se ve lo que hacemos y los
chavales están orgullosos del trabajo que hacen. Acabaremos pidiendo ayuda a la
gente de los pueblos, pero más adelante, pues aún está lloviendo y los
campesinos están en sus granjas haciendo la cosecha.
Por la tarde
estoy un rato con los chavales y me percato del bajísimo nivel que tienen, pues
leen con dificultad. Alguno incluso hablar inglés le resulta muy difícil, pero
es que tampoco ha ido a la escuela… Y entre todos nos proponemos hablar en
inglés en nuestra conversación ordinaria, pues eso nos ayuda a mejorar una lengua que
necesitamos y luego intentar cada día tener un poco de trabajo intelectual, en
especial ahora que no hay clase.
Después de
cenar nos juntamos los que queremos y vemos lo que les queda de ver de la
película “Los diez mandamientos” que habían comenzado a ver la semana pasada.
Cuando acaba, nos retiramos cada uno con nuestro calor a tratar de dormir, pues
mañana nos espera otro día de trabajo.
Trato de
escribir la crónica de lo que ha pasado cada día, o de lo que hemos vivido y
también al final acabamos preocupados por las noticias del ébola que sigue
aumentando y parece que no hay camas suficientes en el país para acoger a los
enfermos. Y también nos llega la noticia que alguien ha muerto en uno de
nuestros pueblos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario