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sábado, 22 de noviembre de 2014

22 de Noviembre de 2014

Sábado

   Me levanto con ánimo, pero me doy cuenta que el cansancio que tengo es grande. Uba va a Kenema para resolver algunos asuntos y nos quedamos haciendo labores alrededor de casa. Yo duermo un rato y cuando me despierto me encuentro más recuperado, pero busco una moto y me voy a la farmacia a comprar un antipalúdico, antes de que sea más complicado, pues tengo fiebre. Y es que ahora en cuanto hay fiebre, lo primero en que se piensa es el ébola… El de la moto es muy amable, vamos hablando de muchas cosas y nos encontramos con una manifestación. Unas cincuenta motos recorren el camino gritando algo sobre el ébola. Detrás viene una furgoneta con altavoces y sensibilizando a los que escuchan.
      Comienzo el tratamiento del paludismo y por lo menos no tengo problemas con las pastillas, pues si espero más tiempo, después mi estómago no acepta comprimidos.  Duermo un rato y lo mismo hago después de comer sudando abundantemente.
       Voy a los pueblos para la reunión de las parejas y pasamos por Tikonko, donde están poniendo las chapas del tejado al edificio de la iglesia que estamos construyendo. Las obras van a buen ritmo y esperamos inaugurarla en diciembre.

      Las parejas están presentes y activas, aunque la cosa avanza lenta. Hay alguien que está enfermo y rezamos por él, lo mismo por los que no han venido, a la vez que prometemos ir a visitar a los ausentes.

       A la vuelta a casa no tenemos luz y sí complicaciones con el grupo electrógeno, además de problemas con la leña que está mojada y ahúma mucho, por lo que la cena se retrasa un rato, pero al final todo tiene solución. Yo estoy cansado y con ganas de dormir, pero sin mucha fiebre, por suerte.

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