Hoy celebramos
Artémides Zatti, el patrono de la Inspectoría. Vamos por la mañana a trabajar a
la finca, como todos los días. Sigue sin llover y se nota que la pista está seca
y empieza a haber polvo, cosa que hasta ahora no ocurría. Celebramos la misa en honor del
patrono y después de comer voy con uno de los chavales a Mattru, él para la
reunión con los monaguillos y yo para encontrarme con los que quieran
venir.
Es algo que
tratamos de hacer para que la gente se vaya acostumbrando a vernos en la nueva
presencia y que sepan que queremos estar con ellos. Hemos llegado con bastante
tiempo y nos damos un paseo por las casas de los alrededores. Muchos están aún
en el campo y los monaguillos van viniendo con parsimonia.
Estoy leyendo un
libro mientras los monaguillos ensayan las ceremonias de la misa. Después de un
buen rato vienen a verme el catequista y el constructor para informar de los
pasos que están dando en relación a la obtención de nuevo terreno para la
parroquia. Están animados y tienen buenas perspectivas, pero por ahora nada hay
de concreto aún.
La vuelta a casa
sigue siendo problemática a la hora de encontrar la moto-taxi que nos conduzca,
pues a esa hora ya no circulan.
Después de la
oración de la tarde celebramos la fiesta en la cena, algo especial que han
preparado entre varios de los chavales. El ambiente es agradable y la
celebración se vive con alegría.
La luz,
que había estado presente la mayor parte del día, se va y nos visita la lluvia
con viento. Tiene el aspecto de las últimas lluvias de la estación, pero aquí
estoy poco acostumbrado a esto, pues llueve más del doble que en los sitios
donde he estado antes y eso me tiene un poco descontrolado. Por lo menos
refresca y puedes dormir.
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