Durante la noche
ha habido lluvia abundante casi hasta el amanecer, pero cuando vamos a la finca
a trabajar comienza el sol radiante y no nos acordamos más de la lluvia de la
noche.
Los nuevos
chavales que han venido se van adaptando bien a la situación. Alguno me ha
comentado su experiencia en la calle y la acogida por parte de los salesianos y
está muy agradecido.
Coco ha
salido de viaje y me llama por la tarde para decirme que ha logrado llegar hasta
el colegio de las monjas… Y es que viajar ahora no es fácil, se hace bajo
control de las carreteras y no abren los controles antes de las nueve y se
cierran a las cinco de la tarde… Y te quedas a dormir donde te toque si no has
programado bien el desplazamiento.
Hoy el
trabajo ha estado más organizado y las cosas han ido mejor que ayer. Los
chavales son responsables y el trabajo se hace a conciencia, aunque no son
capaces de hacer mucho, pues no tienen experiencia de esta clase de
trabajos.
Las otras
actividades se van poniendo en marcha y la situación funciona. Tenemos la
impresión que desde el primer momento los nuevos chavales se han adaptado bien y
están a gusto en la experiencia que están viviendo con nosotros.
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