Comenzamos un nuevo día. Parece que ahora ya sí las lluvias se han ido,
pues aunque hay niebla temprano, en cuanto llega el sol, se disipa y el día está
claro, a pesar de que haya alguna nube.
Después del desayuno se
hacen las labores de la casa. Yo recibo a mi profesor de mende y nos
entretenemos un buen rato en la labor.
Al final de la mañana tenemos la misa y el almuerzo. Uba sigue en Lungi y
aquí las cosas siguen su ritmo. Vienen a vernos conocidos y les recibimos; luego
hacemos nuestro tiempo de estudio y trabajo y cuando es la hora rezamos y
cenamos. Seguimos esperando a que lleguen los que han ido de viaje.
Me ha escrito
Coco, el cooperante que está trabajando en otra zona del país y que ayuda en las
visitas a las familias con ébola y a llevarles comida, así como a identificar
los casos de niños huérfanos. Me dice que está contento con el trabajo que hace
y me alegro por su disponibilidad y por la buena obra que está
realizando.
La
conexión a internet va y viene. Hoy ha faltado en muchos momentos e incluso
ahora no funciona. Esperemos que en algún momento la cosa cambie y nos permita
enviar correos y leer las noticias.
Uba vino
muy tarde. La furgoneta cargada de comida para repartir y el cansancio acumulado
del viaje. Ha traído los papeles del contenedor que enviaron de España y habrá
que estar atento a cuando llega
para poder sacarlo cuanto antes.
A
pesar de que parece que las lluvias han acabado, por la noche sigue lloviendo en
varios momentos. La realidad es que nos viene bien, pues cuando llueve puedes
dormir en la cama y no en el suelo, ya que la temperatura desciende con la
lluvia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario